Consideraciones tras el 19 de junio

 

di RAUL SANCHEZ CEDILLO

La actual fase de austeridad como axioma incuestionable del capitalista colectivo euroatlántico y, en lo que respecta a los partidos, como supuesta vía de “salida de la crisis” –de recuperación del crédito, la inversión, el empleo, el consumo, etc.– pone de manifiesto la actualidad, esta vez invertida, de la famosa definición de Lenin: “La economía es la expresión concentrada de la política”.

Quiere esto decir que, en Europa y por ende en el Reino de España, el “ciclo económico” se presenta hoy completamente subordinado al “ciclo político”. Sin embargo, el ciclo político está completamente averiado.

No debería estarlo tanto en condiciones ‘normales’, puesto que no sería la primera vez que el sistema de partidos español consigue capturar y representar posiciones de interés tras una crisis profunda, parasitando y neutralizando los antagonismos gestados al margen de su influencia.

Pero ese dinamismo termina cuando este sistema de partidos proclama su unión sagrada con los ‘mercados’ y reduce sus variantes de representación a dos: obediencia o castigo –esto es, a una variante–.

El movimiento 15M corresponde en su intensidad y extensión a esta hostilidad no disimulada del sistema de partidos frente a toda biopolítica autónoma respecto al régimen de la austeridad. Si concebimos la gobernanza económico-financiera como una forma de biopoder, el axioma fundamental y por definición indiscutible de ésta es: “No habrá futuro –socialización de la moneda, crédito– sin una degradación generalizada de las condiciones de vida” o “el crecimiento debe partir de la destrucción de las condiciones de la riqueza común”. Nos adentramos así en estos meses en una coyuntura extraordinaria: el movimiento 15M se presenta como un poder constituyente sin armas ni dinero, pero completamente capaz de convertir en un walking dead al presente régimen constitucional.

Nada hay que temer en lo que atañe a los mecanismos clásicos de recuperación, cooptación, sustitución, mimetización. El PSOE es hoy incapaz siquiera de representarse a sí mismo, mientras que el PP solo puede expresar odio, venganza, corrupción, abuso y privilegio. Se crea así una situación crítica que las mil cabezas de la hidra del 15M no pueden pasar por alto. Grosso modo:

a) La muerte por colapso de la izquierda sistémica está permitiendo y permitirá hacerse con prácticamente todas las variantes de representación y gobierno a los distintos partidos de la derecha nacional populista radicalizada;

b) Así, pues, las “políticas de austeridad” solo tienen en el Reino de España una variante: la guerra y la división contra pobres, subalternos y todas las fuerzas de trabajo;

c) El poder institucional de estas derechas es omnímodo pero cada vez más ilegítimo; pende aún, además, de la conquista del Gobierno central en las próximas elecciones;

d) Sin tener miedo a la recuperación de un PSOE completamente paralizado entre la obligación de cumplir con el capitalista colectivo y la renuncia a atacar frontalmente al movimiento 15M, éste debe considerar su adversario primordial a estas derechas, en el plano autonómico y en el del Gobierno central;

e) Está en manos del movimiento 15M impedir la hegemonía y la capacidad de gobierno del PP antes y después de las elecciones generales, expresando la distancia y adversidad máxima entre sistema político y poder constituyente autónomo de cooperación social en red. De conseguirlo, el rigor impone hablar de un periodo constituyente y, si las luchas en Europa nos asisten, revolucionario a secas.

* Pubblicato su http://diagonalperiodico.net/Consideraciones-tras-el-19-de.html

 

 

 

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